Museo del Calzado Jose María Amat Amer

Evento

DONACIÓN DE HERRAMIENTAS DE ZAPATERO DE SILLA A LA IMAGEN DE SAN CRISPÍN Y SAN CRISPINIANO

Museo del Calzado va a hacer entrega a la Mayordomía de San Crispín y San Crispiniano, y a los Veteranos de San Crispín, en presencia de los representantes de la Junta Central de Fallas de Elda y de sus Falleras Mayores, de las herramientas con las que los zapateros eldenses trabajaron en los tiempos en que posicionaron el calzado hecho en nuestra comarca, como zapatos dignos de ser considerados joyas artísticas que asentaron y elevaron el prestigio de nuestra ciudad en todo el mundo.

 

Hoy, coincidiendo con la festividad de los santos patronos de los zapateros, es un día para reafirmar nuestra vocación como ciudad y para recordar a tantas personas que pasaron por esta digna y honorable profesión.

 

Un día para homenajear a miles de personas que se entregaron para conseguir que el zapato de Elda haya alcanzado la notoriedad de rondar el arte.

 

Con la festividad del día de San Crispín debemos también enmarcar, en ese cuadro de honor, no soló a los que ejercieron el oficio de zapateros, sino a esas otras personas que contribuyeron y contribuyen a potenciar y hacer realidad la pujanza que Elda tiene en la familia zapatera de todo el universo, me estoy refiriendo naturalmente a los diseñadores, cortadores, aparadoras, almacenistas, representantes o viajantes en plaza, empresarios del calzado, y a todos los que de una forma u otra, especialmente en Elda, están vinculados al oficio de zapatero.

 

En breves palabras quisiera recordar el martirio y sacrificio de aquellos dos zapateros, Crispín y Crispiniano, hermanos gemelos, por los que la iglesia católica los elevó a los altares y hoy celebramos en su recuerdo y honor, la festividad de los zapateros del mundo y, de forma muy particular, los de nuestro pueblo, aquellos que emplearon las mismas herramientas que utilizaron los santos mártires, y los que la industrialización y la tecnología les ha arrebatado, para que dirijan y manejen las modernas máquinas que actualmente intervienen en el proceso de fabricación de nuestra industria.

 

Nacieron en Soissons, Francia, en el siglo III. Ambos eran cristianos y predicaban el evangelio a sus clientes.

Un día, el general romano Maximiano, en plena represión del cristianismo, llegó a Soissons y fue informado de que Crispín y Crispiniano eran cristianos. Los mandó arrestar y torturar para que renunciaran a su fe y dejaran de predicar el evangelio de Jesús. Los hermanos resistieron el martirio y fueron decapitados.

Los cuerpos de Crispín y Crispiniano fueron enterrados en Soissons. En el siglo IX, se construyó una iglesia en su honor, que se convirtió en un importante centro de peregrinación.

Crispín y Crispiniano eran artesanos que utilizaban sus habilidades para ayudar a los demás. Su ejemplo de fe y perseverancia es un modelo para todos los trabajadores.

En todos los países se celebra este día, en sus memorias, con diferentes formas de glorificar sus martirios y siempre poniéndolos como ejemplo de la valentía, la perseverancia en sus ideas y el arrojo de aquellos dos, casi niños, que fueron ejemplo para el mundo.

La literatura universal refleja algunos aspectos de la vida de aquellos mártires.

En la obra de Shakespeare "Enrique V", por ejemplo, San Crispín y los zapateros juegan un papel importante en la batalla de Azincourt. En el discurso de motivación de Enrique V a sus tropas antes de la batalla, menciona a San Crispín y a los zapateros como un ejemplo de coraje y determinación.

"¡Recordemos a San Crispín y a los zapateros! ¡Ellos, con solo sus manos, lucharon contra los franceses y los derrotaron! ¡Nosotros, con nuestras espadas, haremos lo mismo!"

Este discurso fue importante porque inspiró a las tropas inglesas a luchar con valentía, considerando a los zapateros como hombres valientes y dignos de respeto.

En la batalla, los zapateros ingleses juegan un papel importante. Lucharon valientemente y ayudaron a asegurar la victoria de Inglaterra.

En la obra del insigne escritor, Enrique V, reconoce el valor de los zapateros:

"¡Los zapateros han demostrado ser hombres de valor! ¡Han luchado valientemente y han ayudado a salvar a Inglaterra!"

Dejando aparte este breve pasaje de la obra de Shakespeare. Hoy y ante los dignos representantes de las asociaciones que llevan el estandarte de nuestros santos patronos, el Museo del Calzado de Elda, quiere unirse a la festividad entregando las humildes herramientas que emplearon los zapateros de todos los tiempos para elaborar los zapatos empleando únicamente sus manos y su inteligencia.

Entregamos estos utensilios como símbolo de laboriosidad y de sacrificio, y lo hacemos con la mayor solemnidad, para nosotros se trata de algo más que de simples herramientas, las presentamos con la dignidad de auténticas joyas, con las que muchas familias en esta ciudad elevaron el nivel de vida y el fruto de su profesión a cotas jamás alcanzadas.

Aquel gesto de valentía y honor que en los hermanos Crispín y Crispiniano los condujo hasta la entrega de sus propias vidas, dejaron un ejemplo que es innato en los trabajadores del calzado, adquiridos con sacrificio y dignidad, defendiendo con el esfuerzo el prestigio de las ciudades en las que ejercen su profesión y a las que ayudan a crecer y a prosperar.

Elda es un claro ejemplo de ello.

José María Amat Amer