Anécdotas de las cinco primeras mujeres "Mejor Calzada"

Cuando acabamos de conocer el nombre de la "Mujer Mejor Calzada de España 2018" que ha recaido en la laureada nadadora Ona Carbonell, me fluyen recuerdos de ese mismo acontecimiento en los primeros años de su implantación. Entonces no se rodeaban esos actos de tanta pompa y solemnidad, la sencillez era la tónica aunque en el momento actual ha ganado en popularidad y poder mediático. Al principio todo estaba por hacer y era un pequeño "salto al vacío", sin saber muy bien como sería el desenlace de aquellos actos que nacieron con humildad buscando potenciar el calzado de calidad.

Ana Rosa Quintana fue la primera "Mejor Calzada" y por ser el inicio de estos premios, la ilusión del momento era muy distinta, el nerviosismo por la improvisación en este tipo de actos, la firme voluntad de que la presentadora de televisión se llevase una buena impresión de Elda, esas eran nuestras principales preocupaciones. La premiada del año 2000 cumplió con nuestras expectativas y al final de la noche, en un taxi, mi esposa Maria Teresa la acompañó hasta el Hotel Meliá en Alicante. Ana Rosa estuvo espléndida y como siempre simpática y atractiva, acababa de publicar su primer libro y explicó algunos pormenores de esta publicación y su repercusión.

Concha Velasco, que fue una de las actrices favoritas de Luís García Berlanga y acompañó al Museo del Calzado en múltiples eventos, en Elda y en Madrid. Fue una de las que iniciaron, junto con Berlanga y Tessa de Baviera , los jurados de la Mejor Calzada. Hay muchas cosas que contar de la relación de Concha con el Museo, pero quizás la anécdota más simpática fue el día de la llegada a Alicante para recibir el premio a la Mejor Calzada del año 2001. Fuimos al aeropuerto Berlanga y yo, al bajar del avión iba vestida con un discreto vestido y unos zapatos casi planos, Luís al verla exclamó - Concha ¿cómo vienes vestida así para recibir un premio tan importante?. La trasladamos al hotel de la capital y mientras se preparaba para partir hacia Elda, Berlanga y yo fuimos a la horchatería Peret, en la explanada de Alicante, para saborear la famosa horchata que tanto gustaba al cineasta. Al regresar al hotel, Concha Velasco lucía un maravillo vestido rojo con unos bellísimos zapatos de tacón de aguja a juego. En el tiempo que estuvimos en la explanada y dando un corto paseo, la actriz había estado en la tienda del modista Aníbal Laguna para salir perfectamente vestida para la gala que iba a comenzar en el Museo del Calzado.

Anne Igartiburu, cuando recibió el premio a la Mejor Calzada 2002 era conocida por sus programas, pero no tenía la trayectoria que más adelante acumularía esta extraordinaria presentadora de televisión. Anne no desperdició la ocasión para acompañar al Museo del Calzado en cuantas manifestaciones realizamos en Madrid, allí siempre estaba ella, simpática, guapa y muy comunicativa. Paseamos varias veces por las Ferias de Madrid visitando a los expositores de calzado con los que departía y se interesaba por las fases de fabricación. En el museo de Elda conservamos una imagen muy simpática de Berlanga calzado a Anne unos de aquellos zapatos que significaban un fetiche para Luís.

Carmen Cervera o Tita Cervera, baronesa Thyssen, esta extraordinaria mujer tuvo un bello gesto con el Museo del Calzado. Su presencia entre nosotros fue un auténtico regalo, una persona con su trayectoria, su colección pictórica y el nivel social alcanzado, no era fácil conseguirla para recibir el premio a la Mejor Calzada 2002. Carmen vino en coche desde Madrid (no le gusta volar si podía evitarlo). Todo el día estuvo muy simpática y con un trato asequible y sencillo con todo el que quiso acercarse a saludarla. A los pocos días recibí una carta personal en la que se ofrecía para lo que considerásemos conveniente con tal de relanzar nuestro Museo del Calzado, me dijo que hablaría con Manolo Blanik, el diseñador español afincado en Londres, para ponernos en contacto y hacer alguna cosa en el museo. A raíz de aquello cruzamos varias llamadas, incluso me desplacé a Madrid para tratar de coordinar algunas cosas que pudiesen beneficiar el prestigio y buen nombre del museo, naturalmente visité su colección del Museo Thyssen.

Terelu Campos, vino a Elda acompañada de una nueva pareja con la que salía desde hacía unos meses, Pipi Estrada, un personaje del que no se separó ni un instante, acompañando a Terelu en todo el recorrido por el museo y departiendo con la simpatía que le caracterizaba, con periodistas y admiradores de la pareja. Terelu y Pipi se interesaron al unísono por las colecciones del museo y dieron buena muestra de la gran atracción que sentían por los zapatos y "por ellos mismos", cruzando miradas y sonrisas que daban a entender la buena sintonía de una pareja feliz.

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Paz Vega, llegó a nuestra ciudad precedida de la fama de uno de sus mejores momentos. Tras recibir el Premio Goya a la mejor actriz revelación en 2001 por su papel en Lucía y el Sexo, una película de Julio Medem, contaba con éxitos de crítica y público en películas como: Sólo mía de Javier Balaguer; Al otro lado de la cama de Emilio Martínez-Lázaro; Carmen de Vicente Aranda o Spanglish dirigida por James L. Brooks, entre otras. También acudió a Elda acompañada de su marido, el venezolano Orson Enrique Salazar Roa, ambos fueron recibidos por el que fuera en aquel momento Ministro de Industria y anterior Rector de la Universidad de Valencia, también estuvo presente el Presidente de la Diputación, además de autoridades locales y representantes de todo el sector zapatero. Paz Vega en todo momento hizo gala de una especial sencillez y simpatía y recuerdo que quedó impresionada por la calidad de los zapatos fabricados en nuestra ciudad. La anécdota fue que se manifestó feliz en una ciudad próxima al Mediterráneo que le encantaba, hasta el punto que nos emplazó a navegar por sus aguas a la mañana siguiente.

J.M.A.

* Artñiculo ampliado y publicado en el Blog de Valle de Elda el 28 de julio de 2018