La Fábrica de Blas Amat

Blas Amat, fue un industrial que levantó su fábrica de calzados en la última parte del siglo XIX; fruto de aquellos años de expansión en los que el calzado ya se había instalado como la principal fuente de ingresos de los eldenses. 

El Sr. Amat inició la fabricación de calzado en el año 1897, de forma artesana y en su domicilio particular, fabricando calzado para niño; la demanda de calzados de casi todas las zonas de España, aconsejaron el traslado a un local situado en la antigua calle llamada Del Vall; dos años después el trabajo seguía llegando y Blas Amat decidió construir una moderna nave industrial, en la zona de expansión de la ciudad y donde ya existían otras similares, en la calle Jardines, para entonces la fábrica ya realizaba zapatos para mujer, caballero, además de chicarro.

Esta nave industrial construida con sólida obra y amplios ventanales, cubierta a dos aguas con cerchas de madera, supondría una de las industrias mejor mecanizadas del momento. Como todas las fábricas de aquellos años, en los que acababan de estrenar la energía eléctrica, disponía de un motor central, en este caso de 30 H.P. (caballos de vapor) alimentado por gas pobre, hasta la electrificación total de la nave; este motor accionaba los embarrados que estaban instalados en las paredes laterales y por encima de las ventanas; cada máquina se ponía en marcha por medio de unas correas de cuero de transmisión y poleas de madera; esas máquinas (las más modernas de aquellos primeros años de siglo), la de clavar tapas, coser o puntear, reclavar el montado, desvirar o apomazar, entre otras, estaban provistas de un sencillo embrague que las introducía o sacaba del sistema en movimiento del embarrado general.

La nueva nave industrial tenía una superficie de 1072 metros cuadrados, con una parte delantera para oficinas y la vivienda del propietario y su familia, todo ello rodeado de un bien cuidado jardín. En esta empresa llegaron a trabajar 150 personas para fabricar 300 pares diarios de calzados mixtos, es decir, zapatos para señora, chicarro y algo de caballero.

Se trabajaba con tres viajantes a toda la península, a Canarias y al Norte de África. Al fallecimiento del fundador, se hizo cargo su viuda y la empresa pasó a llamarse Viuda de Blas Amat, con un gerente que dirigía la empresa, Carlos Recio, como personas de confianza contaba con su hermano Guillermo Recio y José Jover. Esta empresa ejemplar, en su tiempo, contribuyó notablemente a fijar un tipo de calidad alta en sus fabricados, según las crónicas de la época

"La fábrica fundada por Blas Amat, honra a la ciudad de Elda, pudiéndose decir que contribuyó en gran manera al justo crédito del que goza nuestro pueblo".