Cerca del 83% del valor total del calzado producido en 2017 sigue correspondiendo a calzado de piel. El calzado de mujer corrige en 2017 los incrementos alcanzados en 2016. Esta caída es compensada con los incrementos en calzado de hombre y niño que sufrieron caídas el año anterior. El crecimiento en la producción de pantuflas también tiende a corregir la caída sufrida en 2016. En consecuencia: el calzado de piel aumenta su valor en un 0,6% respecto a 2016, si bien disminuye en un 2,9% en pares; el precio medio se incrementa en un 3,7%.
Respecto al comportamiento de los precios medios industriales durante 2017, se debe diferenciar entre los correspondientes a precios medios a la salida de fábrica para el calzado nacional vendido en el mercado interior y aquellos vendidos en el mercado exterior. En todo caso, y a la hora de valorar también estos indicadores, debe tenerse en cuenta la elevada desintegración vertical en buena parte de los clústeres españoles de calzado. Lo que no debe enmascarar las tendencias sugeridas. Mientras los primeros volvieron a una senda de crecimiento moderado con un 0,4% en 2017, los destinados a la exportación decrecieron en un -0,7% siguiendo en línea con la desaceleración iniciada en 2015. Desde 2011 sólo se ha producido esta situación en 2013 cuando las empresas tuvieron que ajustar sus precios para remontar sus ventas hacia el exterior como consecuencia del impacto de la crisis económica en la demanda nacional.