Cuatro guiños del cineasta al calzado de tacón de aguja

Cuatro guiños del cineasta al calzado de tacón de aguja Luis García Berlanga fue un admirador del zapato de tacón de aguja, la simbología de los tacones altos eran pieza clave en el erotismo berlanguiano.

En el último tramo de su vida, la pasión y el atractivo por el zapato, el retifismo hacia el calzado en general, pero al de mujer en particular, fueran las últimas apuestas del cineasta.

El encuentro fortuito con el Museo del Calzado de Elda elevó su atracción por el zapato con una institución en la que encontraba la práctica confirmación del deseo sensual que transmiten los zapatos y que tiene su máxima expresión en el zapato Stiletto, esos más de 9 cm de altura que transmiten todo el glamur de la mujer que los calza.

Berlanga se reencontró en Elda con un proyecto en el que poder desarrollar sus sueños eróticos con el calzado como fuente de inspiración, con la fuerza que transmiten los tacones de aguja a la esbeltez y excitante figura femenina que la hace más atractiva a la vista.

El zapato de tacón de aguja es un fetiche sexual de unos complementos atractivos y eróticos. Cuatro guiños muy significativos que para Luís supuso el stiletto y que dejaron su marcada huella en el Museo de Elda.

El Premio periodístico Luís García Berlanga

Se promovió para un mayor acercamiento y estímulo hacia el zapato de tacón, como tema obligado debía versar sobre el zapato de mujer como fuente de inspiración y siempre en el aspecto más positivo; el concurso se crearía con carácter internacional y llevó su nombre con un jurado que el mismo presidiría.

El Premio a la mujer mejor calzada de España

Un galardón que sirve de reconocimiento a la mujer que mejor calzase el atractivo zapato de calidad o incluso que se distinga por su atractivo hacia el zapato de tacón de aguja. El "Premio a la Mujer Mejor Calzada de España", se institucionalizó y se mantiene hasta nuestros días. Con este galardón cada año los amantes del zapato de alta gama recordamos al amigo que lo consagró.

París - Tombuctú

En los meses en que se estuvo rodando la última película de Berlanga, París - Tombuctú, tuvo una estrecha vinculación con el Museo del Calzado e incluso varió sensiblemente el guión, para que apareciese la ciudad de Elda (sede del calzado en la Comunidad Valenciana ), como el lugar emblemático al que deseaban llegar los buenos diseñadores de calzado, ese sueño del diseñador interpretado por Gurruchaga. En la película aparecen escenas en las que están presentes zapatos y herramientas de zapatero que el Museo aportó complacido.

La Academia del tacón de aguja

La última colaboración de Luís García Berlanga con el Museo de Elda, fue la puesta en marcha de la "Academia del Tacón de Aguja"; quizá sea este el proyecto que más le ilusionaba; se trataba de crear un foro nacional donde tendrían cabida todas aquellas personas que tuviesen algo que ver con ese tipo de calzado; desde diseñadores, fabricantes, escritores, usuarias, fetichistas y todos aquellos que admiraban ese zapato con tacón de 9 centímetros que se asemejaba más a una bella escultura y que podía tener incluso connotaciones artísticas, por diseño, fabricación y composición. La Academia, aunque quedó constituida, nunca llegó a tener actividad práctica, sin embargo acaparó gran parte del poco tiempo de que se disponía, para preparar el lanzamiento de lo que sería la obra inacabada de un genio.

A pesar de la gran vitalidad de Luís, sus ganas de promover, trabajar y crear, se enfrentó con la enfermedad y la muerte, lo que cercenó aquello por lo que tantas veces manifestó desear.

Berlanga era un convencido del erotismo a través del fetichismo del calzado, consideraba que el erotismo era consustancial con el ser humano y siempre estaba presente en su existencia.

Fue un hombre independiente y sin complejo de ningún tipo, provocador y con un enorme sentido del humor que lo transmitía de forma personal y a través de sus grandes películas.

El "pensamiento berlanguiano", es objeto de debate en muchos foros dentro y fuera de España. Con frecuencia hacía saber que la inclinación fetichista hacia el zapato estaba presente en la historia y especialmente en la artes y la cultura de los pueblos.

Luis García Berlanga fue un hombre generoso y cuando algo le gustaba, era capaz de volcarse hasta la extenuación, con el fin de convertir su deseo en una realidad.

El Museo del Calzado se honran en sumarse al homenaje que la Comunidad Valenciana le dedica en el centenario de su nacimiento.

José María Amat Amer

* Publicado en la sección de Opinión en el Diario INFORMACION de 2 de Junio de 2021